viernes, 13 de noviembre de 2009

Inquilino

Hola yo soy un Inquilino y vivo en una hacienda que son fundos muy extensos los cuales tienen una casa patronal donde vive el mandamás, tiene grandes patios y un basto sector de cultivos ubicado lejos del centro de la ciudad en la parte rural de Santiago. Mi familia esta constituida por mi esposa e hijos.

Mis hijas y esposa realizan las tareas domesticas como lavar, cocinar, limpiar la casa y muchos más; mientras que yo y los niños me ayudan en los trabajos del campo. Somos agricultores que crían ganados y siembran cereales. Mi labor consta naturalmente ver como propia la tierra que cultivo.

Como somos inquilinos no tenemos ingresos, vivimos de nuestro trabajo en el campo y los quehaceres del hogar mientras que nuestro patrón nos da el sustento necesario pero, debemos obedecer al pie de la letra cada una de los mandados de nuestro jefe, aunque eso implique soportar humillaciones y maltratos que cada vez van aumentando su magnitud. Esta es la vida de un inquilino, tener que soportar órdenes.

Mi pensamiento político no conlleva ningún tipo de ideal, ya que como no tengo educación mas que la que me han dado en la iglesia la cual solo era educación cristiana no tengo idea de lo política tampoco tengo idea de lo que pasa en mi país porque no soy informado del acontecer nacional, mi mundo gira en torno a mi trabajo.

El único beneficio que tiene ser inquilino, y si es que es un beneficio es que al servir de manera fiel y ser eficiente para realizar mis labores podría aumentar la economía de mi patrón para mejorar su capital, así si sirvo con inteligencia y honestidad quizás me dan un ascenso ya sea de capataz o mayordomo, tal vez de esta manera muera habiendo tenido una existencia cómoda.



En esta pintura se puede ver como un inquilino como yo esta montado en un caballo cruzando un cerro para hacer una encomienda que le hizo su patrón.
Que esforzados somos, siempre haciendo todo por cumplir las ordenes de los patrones.